sábado, 22 de diciembre de 2007

Hiroshima, mon amour...

"Te encuentro, me acuerdo de ti...
¿Quién eres? Me matas, me sanas.
¿Cómo iba a sospechar que esta ciudad estaba tallada a la medida del amor?
¿Cómo iba a sospechar que tú estabas tallada a la medida de mi propio cuerpo...?
Me gustas, ¡qué alegría!
Me gustas, cuánta lentitud de pronto. Cúanta dulzura.
No lo puedes imaginar.
Me matas, me sanas...
Tengo tiempo, te lo ruego... devórame... defórmame hasta la fealdad.
¿Por qué no tú? ¿Por qué no tú, en esta ciudad y en esta noche, tan idéntica a las demás que podría confundirse...?
Te lo ruego..."